Una API enumera un conjunto de operaciones que los desarrolladores pueden utilizar junto con una descripción de lo que hacen.
Por lo tanto, las APIs permiten a los desarrolladores ahorrar tiempo y aprovechar la implementación de una plataforma para realizar todas sus tareas de desarrollo. Esto reduce la cantidad de código que se necesita crear y ayuda a crear más compatibilidad entre las aplicaciones de una misma plataforma.
Las API agilizan las labores de los programadores.
Si queremos crear una aplicación para dispositivos IOS, Apple nos proporciona un gran número de APIs, como cualquier otro sistema operativo.
Por ejemplo, si necesitamos un navegador web no tenemos porque programarlo desde cero para crear nuestra aplicación, ya que existe una API que nos permite incrustar un objeto navegador (Safari), en la app.
